Recibir una denegación definitiva de la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos (USPTO) sobre su solicitud de marca puede ser descorazonador para cualquier propietario de una pequeña empresa.Es un momento crucial en el que hay que tomar decisiones estratégicas, y conocer sus opciones es crucial para el futuro de su marca.
La vía de recurso: Comprender los retos
Una de las vías disponibles tras recibir una denegación definitiva es recurrir la decisión ante el Trademark Trial and Appeal Board (TTAB).Aunque esta opción pueda parecer atractiva a primera vista, es importante ser consciente de las realidades y retos que conlleva:
Coste: El proceso de apelación no es barato. Las tasas legales y gubernamentales pueden superar los miles de dólares. Para una pequeña empresa, esta carga financiera puede ser significativa y puede no ser la mejor asignación de recursos limitados.
Tiempo: Las apelaciones no son rápidas. El proceso puede tardar más de un año en completarse, durante el cual sus esfuerzos de marca y marketing pueden estar en el limbo. Este retraso puede afectar la capacidad de su negocio para crecer y competir en el mercado.
Tasa de éxito: Quizás el aspecto más intimidante de apelar un rechazo final es la tasa de éxito. Con más de un 90% de tasa de fracaso, las probabilidades no están a favor de revertir la decisión. Esta estadística es un recordatorio aleccionador de la ardua batalla que las apelaciones suelen representar.
Dadas estas consideraciones, es comprensible por qué una apelación podría no ser la ruta más práctica u optimista para muchas pequeñas empresas.
El camino hacia la renovación de la marca: Un giro estratégico
A la luz de los retos asociados al proceso de apelación, el cambio de marca surge como una opción viable y a menudo preferible.El cambio de marca, cuando se hace en consulta con un abogado de marcas, puede proporcionar un nuevo comienzo y una ventaja estratégica.He aquí por qué merece la pena plantearse un cambio de marca:
Coste-eficacia: En comparación con el proceso de recurso, el cambio de marca es significativamente más asequible. Una nueva solicitud de marca puede presentarse por tan solo unos cientos de dólares, lo que la convierte en una opción económicamente razonable para las pequeñas empresas.
Velocidad: El cambio de marca te permite moverte rápidamente. Una nueva solicitud de marca registrada se puede preparar y presentar en solo varios días, lo que te permite cambiar de dirección y continuar con tus planes de negocio sin demoras prolongadas.
Alta probabilidad de aprobación: Con la orientación de un abogado de marcas experimentado, la probabilidad de que su nueva marca sea aprobada es alta. Una búsqueda exhaustiva de marcas y la selección estratégica de su nuevo nombre de marca pueden evitar marcas existentes y aumentar las posibilidades de un registro exitoso.
Avanzando
El viaje no termina con la decisión de cambiar de marca.Es fundamental trabajar en estrecha colaboración con un abogado de marcas que entienda su negocio y los entresijos del derecho de marcas.
Un abogado con experiencia puede hacerlo:
Realizar búsquedas exhaustivas de marcas para evaluar la viabilidad de nuevas marcas.
Proporcionar asesoramiento estratégico sobre el posicionamiento de la marca para minimizar el riesgo de futuros rechazos.
Asistir en el proceso de solicitud de nuevas marcas, garantizando que se realiza con precisión y eficacia.
Conclusión
Aunque recibir una denegación definitiva de su solicitud de marca es sin duda un contratiempo, no es el final del camino.Si se tienen en cuenta los retos del proceso de apelación y se reconocen las ventajas estratégicas del cambio de marca, las pequeñas empresas pueden encontrar el camino del éxito.El cambio de marca, con el asesoramiento jurídico adecuado, ofrece una vía rentable, rápida y prometedora para asegurar el futuro de su marca.